No, no puedo escribir esta nota más que para nosotres. Ya le di mil vueltas, mentales y escritas, y no consigo encontrar la forma de que éste texto tenga un sentido o que cumpla una función por fuera de La Posta grupo de trabajadores.
Arranqué preguntándome cómo estábamos haciendo para seguir construyendo trabajo colectivo, en contexto pandemia, claro. Me puse en contacto con Mati y Mariana S., y nuestros encuentros salieron temas vinculados a los tiempos y tareas de la producción, al oficio de ser estudiantes, a las cosas que están cambiando y muy rápido, y a cuidarnos con emojis, abrazos virtuales y deseos de buenas noches.
Luego escribí éstos dos párrafos que particularmente me gustan, y son resultado de seguir haciéndome preguntas... sobre el trabajo.
“Me costó arrancar esta nota, tal vez me cueste escribir porque me tengo que poner a pensar primero en mi propio trabajo, a revisar lo que yo misma he construido, junto a otres, mi identidad.Me centro en escribir en este momento porque sé que en otro lugar de la ciudad ustedes también están produciendo.
Durante estos días he pensado que mucho de lo que valía mi trabajo (desde mi visión) se producía en ese momento en que nos encontrábamos, en el que conversábamos, en el que intercambiábamos palabras, éso era el producto que yo tenía (y tengo) para ofrecer en La Posta. Por que mi oficio/laburo/identidad es comunicar, es bancar el diálogo, es promover la participación, generar experiencias donde la cooperación se vuelva acto, cosa, movimiento, propuesta... aunque lo que se vea son las fotos que saco o las publicaciones para las redes, no sé qué otras cosas ven ustedes!!!"
Me dí cuenta que estaba hablando de mi misma, que no tenía data de lo que pensaban ustedes y que ustedes estaban produciendo, y al otro día era la entrega. Entonces esperé un par de días y les hice la pregunta ¿Cuál es nuestro trabajo en la Posta? Y amé sus respuestas!!! Se tomaron un tiempo para responder y de alguna manera fuimos dialogando, sabiendo unos de los otros. Y en esas respuestas quedaron plasmadas todas nuestras visiones sobre lo que significa nuestro trabajo como grupo, como colectivo, como asociaciones benéficas, cual bancal de El Apio del Pueblo.
Partimos de una fecha en el calendario para dirigirnos al necesario ejercicio de pensar nuestro trabajo, nuestro vínculo con la producción apelando a sentidos que contagian valores muy contrarios a los que tradicionalmente se enseñan, difunden, promueven...
El ejercicio de ponernos a pensar el trabajo como excusa para seguir dialogando, para seguir tejiendo esa trama que mes a mes incorporaba sentidos, imágenes, diseños, estrategias... trabajo. Y uso la metáfora de la trama porque Analía y Rosana en algún momento me la enseñaron.
Ahora es el momento que retomo sus palabras y reescribo:
También es trabajo desafiarse día tras día ante situaciones nuevas y cambiantes;
organizar, organizarse y re-organizarnos;
acompañarnos en el mismo camino;
pensarnos como sociedad, como grupo, vecinxs, actores principales de una economía diferente, esa que abona un pensamiento menos egoísta sobre las relaciones laborales, menos dependiente, aquella incentiva a luchar para poder trabajar libremente, sin trabas, a cuenta de nuestra propia organización.
Este trabajo también es un ejercicio, porque no sale de la nada, porque no es igual todos los días, y porque se produce en el conjunto y se fortalece de nuestros otros trabajos, porque también somos madres, trabajadores de la cultura, líderes barriales, estudiantes, docentes, educadores populares, creativxs, ingeniosxs. Todo eso!!! Y lo que está por venir (agregaría Lore)!!!
**Texto y fotografías: María Florencia Vásquez